Hace unos meses fuimos a las cascadas de Schaffhausen en le época de invierno, a pesar de que alguno lugares estaba prohibido y entramos igual decidimos volver en la época de verano
Un fin de semana cargado de calor y multitud de gente para visitar las cascadas, armados de paciencia para poder pasear iniciamos la ruta desde el parking, que es bastante caro por cierto.
En el puesto de información tienes varios puntos para coger un barco que tiene diferentes rutas, la que escogimos nosotros fue una vuelta por la cascada de unos 15 minutos, volvimos al muelle y cogimos otro barco que nos llevaría al peñón que está justo en la cascada.
La entreda para subir al barco de 2 rutas es de 15 francos y está genial, porque subir al peñón y ver tanta cantidad de agua te deja perplejo.
Hace más de 15 000 años, el Rin cambió su lecho a un nuevo cauce y en el límite entre las duras calizas y las gravas más blandas surgió la catarata del Rin.
El salto tiene una anchura de 150 m, desde donde se precipitan estrepitosamente varios cientos de metros cúbicos de agua por segundo a una profundidad de 23 m.
Y en el medio de todo, una roca enorme que ha desafiado a la erosión desde hace milenios. A la roca se accede durante los paseos en barco, los cuales permiten presenciar el espectáculo desde las inmediaciones mismas del salto.
Y en el medio de la catarata también se está cuando se accede a la plataforma construida, en parte, sobre el mismo Rin. Los barcos permiten acceder a los castillos Wörth y Laufen, y para los más osados existe, incluso, la posibilidad de alquilar una canoa.
El palacio de Laufen ofrece un nuevo esplendor desde marzo de 2010. Además del nuevo centro para visitantes se inauguró un parque infantil y el "Historama" (exposición interactiva sobre la catarata del Rin). El nuevo sendero de aventuras con ascensor doble y el camino Belvedere ofrecen un acceso cómodo al gran espectáculo natural de la catarata del Rin.
