Explorando Suiza: junio 2015

En un sábado de un día de invierno decido ir a visitar las famosas cascadas del Río Rin en Schaffausen, haciendo frontera Alemania y Suiza.

Pocos se imaginan que exista un lugar tan espectacularmente agreste en pleno corazón de Europa. Una visita llena de naturaleza, cultura y un poco de aventura.

Hice la visita sin programas, porque en los días de invierno la mayoría de los servicios están cerrados por la climatología, así que solo fui a ver las casacadas.

Si vais en tren, tenéis la estación justo debajo del castillo, una aunténtica pasada, una obra de ingieneria y si optáis por ir en coche tenéis varios aparcamiento. Lo que si llevar monedas para pagar el parking, careo recordar que son 8 francos por unas horas.

Hay varias rutas para hacer, bien de senderismo o bicicleta. Las de bicicleta tienen buena pinta porque te lleva por todos los senderos de la montaña que rodea al castillo y bordea al río.

Yo opté por la senda circular, unos 5 km.

Al llegar al castillo puedes acceder a varias partes de el. Como dije antes la mayoría estaba cerrado. Pero al estar en la parte más elevada tenemos a nuestra disposición un ascensor panorámico que te lleva a la parte de abajo para ver las cascadas, realizar otra ruta o bien a la estación del tren. Para entra previamente hay que comprar un ticket (se paga por todo).

Por culpa del tiempo pues está prohibido entrar en los miradores donde están las casacadas, con este ticket es el que te permite pasar. Al no poder pues te hacen un descuento, te cobran 3 francos por el ascensor.

Bueno.... las normas están para respetarlas es evidente. Pero mi lado aventurero me dijo que tenía que ir a explorar la zona "prohibida".

La verdad es que me impactó la fuerza que lleva el río, te encoge el corazón y te invade una sesación de "pánico" sumado con adrenalina.

Pocos se imaginan que exista un lugar tan espectacularmente agreste en pleno corazón de Europa: las Cataratas de Schaffhausen, en la frontera germano-suiza. Una visita llena de naturaleza, cultura y un poco de aventura.

Y en el medio de todo, una roca enorme que ha desafiado a la erosión desde hace milenios. A la roca se accede durante los paseos en barco, los cuales permiten presenciar el espectáculo desde las inmediaciones mismas del salto. Y en el medio de la catarata también se está cuando se accede a la plataforma construida, en parte, sobre el mismo Rin. Los barcos permiten acceder a los castillos Wörth y Laufen, y para los más osados existe, incluso, la posibilidad de alquilar una canoa.

El palacio de Laufen ofrece un nuevo esplendor desde marzo de 2010. Además del nuevo centro para visitantes se inauguró un parque infantil y el "Historama" (exposición interactiva sobre la catarata del Rin). El nuevo sendero de aventuras con ascensor doble y el camino Belvedere ofrecen un acceso cómodo al gran espectáculo natural de la catarata del Rin.